Ahora que lo pienso, esa expresión es un poco rara. Al fin y al cabo, Halloween se supone que es un día para pasar miedo, para enfrentarse a tus peores pesadillas, por lo que “feliz” no sería un calificativo muy adecuado. Sin embargo, conforme este evento ha ido popularizándose la cultura popular los ha ido usando de maneras cada vez mas divertidas. Un ejemplo es Zombie Driver THD.
Si bien en otros juegos los zombies aparecen como esos entes casi indestructibles que desafían a la Parca, aquí solo sirven para mancharnos el parabrisas. Al mando de vehículos tan diferentes entre sí como un deportivo, un autobús escolar, o un tanque, el ejército nos otorgará misiones basadas en rescatar a la mayor cantidad de supervivientes posibles. Como suele pasar en estos casos, esto implica correr de un lado a otro, atropellando a la mayor cantidad de muertos vivientes posibles a la mayor velocidad posible. Por supuesto, podemos usar las mejoras de los distintos coches, desde turbos consistentes en turbinas acopladas a la carrocería, hasta el cañón del mencionado tanque.
Por si eso de hacer de rescatadores no nos va, siempre podemos jugar a los otros dos modos disponibles. Uno de ellos consiste en carreras contra otros contrincantes con coches igual de “tuneados” que el nuestro. En este caso los zombies pasan a ser una preocupación secundaria, aunque seguirán estando desperdigados por los improvisados circuitos. Lo importante pasará a ser llegar el primero, y si de camino podemos hacer que nuestros enemigos acaben en amasijos de metal fundido, pues mejor.
Lamentablemente, Zombie Driver tiene dos puntos negativos importantes. Por una parte, solo es compatible con dispositivos que usen la plataforma Tegra, lo cual es decepcionante teniendo en cuenta que existen otros chips gráficos que son capaces de renderizar estos gráficos. Entre esto, y el precio de 5.39€, podemos imaginar que el público al que se dirige este juego es bastante reducido.
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